Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El pintor James McNeill Whistler demandó al crítico de arte John Ruskin por haber descrito un cuadro suyo como un cubo arrojado al público y el juez lo secundó. El marqués de Queensberry demandó a Oscar Wilde -por su relación homosexual con su hijo Bosie- con resultados trágicos para la literatura. El poeta Swinburne leía su poesía con tal paroxismo que quedaba inconsciente. La aventura estética es el retrato de estos personajes y su choque con la época victoriana. El autor recrea el final del siglo XIX, que abrió camino a una nueva moral llamada decadente pero mucho menos hipócrita que la victoriana.