Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Amparado en la tradición caciquil del país, Saturnino Cedillo mantuvo bajo su control el estado de San Luis Potosí: contaba con el apoyo del gobierno central y, a su vez, le ofrecía el apoyo de su región. Su poder se sustentó en sus bases campesinas a quienes concedió las colonias agrícolas militares en la zona que rodea a Ciudad del Maíz y mantuvo a raya a los ricos de la capital potosina. Creyó que su alianza popular y su apoyo a los gobiernos revolucionarios le permitirían ser considerado en la elite del poder. Consiguió la cartera de Agricultura en dos ocasiones, la segunda ya con el presidente Lázaro Cárdenas. Cuando en junio de 1935 lo hizo parte del gabinete, ya albergaba cierto resentimiento. Conocedores de los orígenes, trayectoria y rebelión del general Cedillo se han reunido en este libro para darle coherencia al significado de su vida en la historia nacional como lo evidencia el rescate de un extraordinario acervo fotográfico que aquí se presenta.