Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Sobre las biografías, habla el propio Twain a propósito de su proyecto de autobiografía llegado a este punto me asalta una duda teniendo antepasados tan brillantes, merece la pena contar una vida tan banal como la mía. Supongo que lo más razonable será no contar nada de mí, salvo que me cuelguen. Si muchos otros biógrafos hubieran hecho lo mismo limitarse a hablar de sus antepasados y no escribir nada de sí mismos hasta que no les ocurriera algo relevante, el público lector habría salido ganando, no cree