El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
A mediados de agosto de 1385 el canciller Pedro López de Ayala fue tomado prisionero por el ejército portugués que defendía Lisboa del cerco castellano. En lugar de ser repatriado, como se hizo con la mayoría de los prisioneros, fue encarcelado en Leiria y luego en Óvidos mientras llegaban de Madrid las 30,000 doblas de oro exigidas por su rescate. Durante dos años y medio López de Ayala evitó referirse a su condición de prisionero en tierra extranjera, antes bien decidió escribir lo que la historia considera sus obras mayores: El Rimado de Palacio y el Libro de la Caza de las Aves. Seiscientos veintisiete años después, el cuerpo de Eduardo Chirinos albergó a un inquilino resuelto a suplantarlo, a apoderarse de lo que es más íntimamente suyo, a desordenar sus hábitos nocturnos, a alborotar tenazmente su biblioteca. Así como López de Ayala prefirió omitir su condición carcelaria, estos veintiocho poemas omiten la enfermedad que les dio origen, pero lo aluden sutilmente a partir de la anécdota medieval, de modo que sus temas (la cultura, los sueños, la simultaneidad de tiempos, el diálogo entre oído y el ojo, entre la pintura y la música) se desarrollan bajo el oscuro aletazo de un cuervo mordaz y exigente. O de un halcón que reclamaba medicinas para curar sus dolencias y aliviar sus quebrantamientos.