Las comparaciones entre la pintura y la literatura han sido tradicionalmente un terreno fértil en metáforas. Una de ellas, atribuida a Simónides de Ceos, dice que la pintura es poesía muda y la poesía, una pintura parlante. El paralelo tiene sus complejidades pues una pintura parlante nos presenta un objeto palpable que posee una cualidad, mientras que una poesía muda nos muestra otro, no precisamente físico -pues la poesía no existe sino en el lenguaje- que tiene el defecto de la mudez.Uno de los artistas mexicanos cuya vida y obra reflejan un conocimiento y ejercicio profundo de esta relación es el poetaa José Juan Tablada. Las historias de la literatura registran su participación en la bohemia literaria modernista-decadentista de finales del siglo XIX; su pasión por Oriente plasmada en varios poemas y en las crónicas que envió desde Japón a la Revista Moderna; y sus experimentos formales en el haiku y el caligrama, ya inmersos en el espíritu de la naciente vanguardia hispanoamericana.