Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Dice Antonio Deltoro en su prólogo, que esta antología: Comienza por un poema de juventud que habla de un jardín y termina con un poema de valiente despedida.