Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los caricaturistas clásicos se distinguen no sólo por crear sátiras memorables de los políticos. Los dibujantes también son testigos privilegiados de cómo vive la gente. Andrés Audiffred fue un cartonista de las cúpulas de poder y de los vaivenes del parlamento.