Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En Anuario mínimo (1960-2010) el poema explora sus límites con la autobiografía pero también, siguiendo una tradición moderna, expone la crítica de sí mismo, el recuento de su propia génesis. Eduardo Chirinos vierte aquí las claves para leer el conjunto de su obra: repasa su relación con el lenguaje, la música, la familia, la tradición literaria y las distintas geografías que lo han acompañado. Libro radicalmente personal, Anuario mínimo bucea, sin embargo, en un fondo común a toda experiencia poética. La cronología que recorre las edades del autor esconde el azar objetivo de las asociaciones, del mismo modo que el fragmento en prosa articula un ritmo del que no está ausente la conciencia cabal de las palabras, su depurada fuerza.