Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Parafraseando a Mark Twain, los rumores sobre la muerte del populismo han sido en gran parte una exageración. En este libro, Timothy Appleton señala que, mientras que el populismo tradicionalmente se ha considerado sinónimo de hegemonía, se trata de dos lógicas distintas e incompatibles. Partiendo de esta premisa, reinterpreta varios elementos del debate sobre el populismo: el entusiasmo político, la posverdad, el liderazgo, la soberanía, el nacionalismo, la relación entre populismo y los partidos políticos.