Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Tlacaélel fue un sumo sacerdote que contribuyó, como ninguna otra figura, a que el Imperio azteca saliera de una etapa de decadencia y alcanzara su máximo esplendor. En esta fascinante novela, el autor rescata de las ruinas de nuestro pasado el relato sobre este líder que, además de ser un valiente guerrero, impulsó una reforma ideológica, educativa y religiosa, basada en promover entre los aztecas un apego