Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Bolivar Salcedo habla desde su cama. Corinita, su compañera, ha muerto hace unos cuantos días. Se habían conocido, enamorado y casado en el antiguo leprocomio Verdecruz de Quito, Ecuador, hoy hospital Gonzalo González.
Este volumen recoge su historia, como la de otros sobrevivientes, a partir de una esmerada investigación. Si sus voces son elocuentes respecto al pasado, lo son tanto terror de la segregación, del que la lepra (hoy mejor llamada enfermedad de Hansen) es el referente canónico. De ahí la trascendencia, la oportunidad invaluable, de conocer sus íntimas vivencias.