El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Dos dramas, con modelos que nos espejean y muestran espectros de algo que también somos, por acción u omisión, donde la estructura política mexicana esta hecha para el sometimiento.
Los hombres de blanco es un texto ensombrecido que clama una verdadera justicia mientras lanza un grito de esperanza en tanto que Yo soy el muchacho alegre o El baile es un acto libre, una expresión sin culpa, ajena a la malicia de machos ofendidos y hembras mancorna doras.