Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El trabajo poético de Natalio hernández se fermenta en las raíces del mundo indígena de nuestro México presente y milenario. Dicha obviedad es necesario analizarla; en otras palabras, profundizar en los juicios valoratorios, teóricos o empíricos que empleamos al aproximarnos a su poética.Nuestra mirada, la de cualquier lector, la más de las veces desprovista en la extrañeza, asumida o incosciente , se engancha en una lectura que reverbera signos y símbolos resonantes. Una poesía que tensa dos mundos; dos miradas, dos formas de cognición estallan en el umbral, alumbrando e induciendo al horizonte perceptivo cpsmogónico del autor. Su establecimiento estructural es la conjunción de esta noble mirada: la de su lengua nutricia, al náhuatl, y su fuente, la cultura indígena, y la gramática de una lengua asumida y yuxtapuesta, la lengua castellana.