Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La lucha libre es un espectaculo deportivo que se ha transformado para seguir teniendo un lugar muy especial dentro de la sociedad mexicana. Y aunque es parte de la vida nocturna de las principales poblaciones de méxico, este espacio se construye en otro ámbito: en las casas de los luchadores, con su familia mientras se toman un licuado con proteinas, los encuentros se efectuan sobre un cuadrilatero de seis por seis metros con tres cuerdas elasticas por lado y las mascaras que son el manto sagrado con los que se atavian no solo los modernos gladiadores si no tambie los sueños de los gladioadores. Acudimos a la lucha a presenciar una función de varios combates entre luchadores y luchadoras preparados profesionalmente.