El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Estaba triste y sola, hasta que un día llegan todos, Irene, Valerio, Felipe, Isabel, Juan, Lola... cada uno con su historia. Y, mientras unos llega, otros se van, pero por ahora estoy alegre y feliz, llena de amigos.