Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Una empacadora de alimentos se va a huelga reclamando la reinserción de cuatro compañeros despedidos injustamente. Marcos Luquín, un líder sindical comprometido y honesto, encabeza la lucha, pero una serie de turbios intereses políticos van contaminando el movimiento obrero hasta convertirlo en algo desdibujado, donde nadie sabe bien a bien a qué o a quién responde. Las horas violentas es un drama profundamente humano y una intensa crónica de la historia del sindicalismo mexicano, sus oscuras alianzas y permanentes traiciones. Una historia donde el compromiso con los intereses de los trabajadores es sólo un discurso articulado en función de camuflar intereses políticos, empoderar mafias y nutrir una de nuestras tradiciones nacionales más arraigadas: la corrupción.