El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Desde distintas áreas del conocimiento (filosofía, neurología, psicología), se examina la existencia real de la libertad en el ser humano y su capacidad para ejercer su voluntad y ser responsable de sus actos. El autor construye su argumentación como una crítica a las teorías de la neurobiología que sitúan al ser humano como un ser determinado por su naturaleza, eliminando la posibilidad de toda responsabilidad moral.