Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Al poner en las manos de los estudiantes este libro, así como los demás que integran la serie, lo hacemos con el deseo y la esperanza de que les sea útil para la adquisición de la lengua inglesa. Si aprender una lengua es abrirse un campo riquísimo de posibilidades de comunicación personal directa, de multiplicidad de lecturas (literarias y de información), de diferentes tipos de manifestaciones artísticas, de más amplias y seguramente mejores oportunidades de trabajo, esto es cierto, y especialmente aplicable en las circunstancias actuales, en el caso del inglés.
Con el fin de que puedan obtener de este texto el mayor fruto posible, queremos hacerles algunas consideraciones de tipo general sobre el inglés en comparación con el español, y algunas indicaciones específicas sobre la organización y manejo del texto y del curso.
1. EL INGLÉS Y EL ESPAÑOL SON LENGUAS DISTINTAS E INDEPENDIENTES UNA DE OTRA
Toda lengua es un sistema de símbolos orales utilizados por un determinado grupo social para expresar su visión y su compresión del mundo y para comunicarse entre sí. Cada lengua tiene sus propios signos y sus propias características, que la constituyen en forma independiente y distinta de todas las demás lenguas. El inglés y el español son lenguas distintas e independientes una de la otra. Pretender aplicar a una de ellas exactamente las formas lingüística que funcionan para la otra, puede conducir a graves errores.