Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Con el montaje de La sangre de Antígona hoy, la Compañía Nacional de Teatro recupera sobre el escenario la voz viva de un gran poeta injustamente ausentado. Con ello nuestro teatro se hace justicia a sí mismo, porque es justo en estos días, cuando nuestro país se debate en la decisiva batalla entre civilidad y barbarie, que la indignación de Antígona es más necesaria que nunca.