Una novela negra ágil, con mucha acción y una protagonista sorprendente. «Digo a mi favor que no cometí más errores que cualquier madre, fui sobreprotectora, otras veces dura, pero siempre en el afán de prepararla para este mundo traidor e incierto.¿Será que la traumé en vez de darle cariño?» La sicaria de Polanco es una novela negra ambientada en México DF en época actual. Se trata de un libro ágil, pleno de acción, protagonizado por una mujer de personalidad arrolladora. Karina Shultz sorprenderá al lector, que será cómplice de todas las peripecias que ha de vivir, de manera cada vez más atropellada, esta mujer convertida en asesina a sueldo. Es una novela policíaca, pero también social, ya que critica las diferencias tan marcadas de clase, así como la corrupción, sin moralinas ni juicios de valor. Se centra en mostrar la dualidad chocante en la que vive el personaje principal, que pasa los días intentando conciliar su vida de madre de dos chicos adolescentes y novia de un agente de policía con su papel ocasional de asesina. Pero llegará un momento en el que el frágil equilibrio en que vive se quebrará y todo empezará a desmoronarse alrededor de ella.
El texto narra la leyenda prehispánica según la cual, en tiempos de Tenochtitlan, una noche bajó de la montaña la diosa Cihuacóatl, protectora de la raza, para prevenir al pueblo que la destrucción de su comunidad estaba próxima. Los sacerdotes fueron en búsqueda de los viejos códices, los antiquísimos libros de la sabiduría. Escogieron el códice indicado y lo llevaron ante el Emperador, a quien comentaron lo que auguraba el códice coincidente con lo expresado por la diosa. Como estaba anunciado, llegaron los conquistadores con su secuencia de sangre y destrucción. Es desde entonces que la diosa vuelve y lanza su grito de dolor: ¡Aaaaaaay mis hijos...! Esta obra recrea para los pequeños lectores una leyenda que se ha transmitido hasta nuestros días en diferentes versiones, de acuerdo con la época en que se cuenta. Por otro lado, las ilustraciones de Elizabeth Mallet hacen más atractiva la lectura, al estimular la imaginación del lector.