Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Una novela negra ágil, con mucha acción y una protagonista sorprendente. «Digo a mi favor que no cometí más errores que cualquier madre, fui sobreprotectora, otras veces dura, pero siempre en el afán de prepararla para este mundo traidor e incierto.¿Será que la traumé en vez de darle cariño?» La sicaria de Polanco es una novela negra ambientada en México DF en época actual. Se trata de un libro ágil, pleno de acción, protagonizado por una mujer de personalidad arrolladora. Karina Shultz sorprenderá al lector, que será cómplice de todas las peripecias que ha de vivir, de manera cada vez más atropellada, esta mujer convertida en asesina a sueldo. Es una novela policíaca, pero también social, ya que critica las diferencias tan marcadas de clase, así como la corrupción, sin moralinas ni juicios de valor. Se centra en mostrar la dualidad chocante en la que vive el personaje principal, que pasa los días intentando conciliar su vida de madre de dos chicos adolescentes y novia de un agente de policía con su papel ocasional de asesina. Pero llegará un momento en el que el frágil equilibrio en que vive se quebrará y todo empezará a desmoronarse alrededor de ella.
Paul Medrano vuelve a la carga con una narrativa chamánica, llena de música, fracaso y humor. Junto al resto de las historias, este libro abre una nueva estría de la literatura mexicana, una que está muy lejos de los recintos y los aplausos. Una vena que simplemente intenta volver al origen de todo escritor: contar historias.
Mientras lees las aventuras del conjunto musical Los Testaferros, su entorno se siente vivo. En él, Rigo Tovar es un mago místico que camina sobre el agua y multiplica el néctar de coco al estilo Jesucristo. También surge Ref, tecladista de la banda, que parece que vendió su alma al diablo a cambio de música, como Robert Johnson. Todos estos milagritos se le cuelgan al árbol de la balada, cuyo ritmo permite contar la historia de un conjunto musical que desborda talento pero que no goza del éxito merecido.
Jessy Bulbo