Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Teñido de la ironía y de la peculiar visión del mundo propias de Mark Twain (1835-1910), Los diarios de Adán y Eva es un breve y delicioso librito que reúne dos obras afines que ahondan en el eterno contraste entre hombre y mujer, en sus distintas sensibilidades, en sus maneras de enfrentarse a la vida y de manejarla. Aunque atados, inevitablemente, a ciertos estereotipos, bajo los textos late, asimismo, una manifiesta corriente de ternura. Y es que, si es muy plausible que Twain escribiera el Diario de Eva (1905) a modo de póstuma declaración de amor a su mujer Olivia Langdon, también lo es que modificara en consecuencia, como sugiere su colofón, el anterior Diario de Adán (1892).
Edición ilustrada