Manzana nocturna de Erika Flores García es un renacimiento. Es otra y es ella, la que descubre la curva de su espalda y a la vez respira el aliento de la despedida. Un poemario que se hace vicio leer, escrito por una mujer completa, un espíritu, un sentimiento tan puro, tan en carne viva que estremece su extenuante orgasmo en movimiento. Cada que piensa en el amado, su piel segrega aroma de nardos y la imagino escribiendo este libro de poesía y casi puedo escuchar el ritmo de su corazón acompasado con el nacimiento de un arcoíris, feliz por que dará a luz un cielo húmedo que se consume en el pecado. La autora explora la melodía en cada verso y la buena metáfora se baña de luna, se acurruca en el silencio y continúa liberando sus manos junto a su boca para escribir este delicioso libro de poesía erótica.