Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Uniendo con sutileza lo privado y lo íntimo con lo público y lo político, esta obra ofrece una mirada cercana a la figura de Melchor Ocampo; a las pasiones y los intereses del abogado michoacano que se reflejan en cuestiones como su gusto por la botánica, la incansable búsqueda por sus padres biológicos, su formación académica y eclesiástica y cómo éstas influyeron en su carrera y pensamiento político.