Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Una infidelidad en la Costa Azul francesa durante los felices años veinte sirve como coartada argumental para que una dama de la alta sociedad británica evoque el desliz que, años antes, le cambió la vida. En apenas veinticuatro horas, un joven desesperado puso a prueba todos sus valores, y ella se convirtió en otra para siempre.
Stefan Zweig nos ofrece una apasionante e intensa novela sobre el amor, la moral y la pasión contada con su proverbial sensibilidad, que cautiva por la fuerza de las emociones que describe.
Una historia atemporal que remueve conciencias y fascina por su descarnada belleza.