La "excéntrica historia retro-futurista" de Bef, ganadora del Premio Grijalbo en el año 2011, es aquí adaptada a un género en el cual identificamos perfecta e inmediatamente al propio Bernardo Fernández, la narrativa gráfica. Sólo que no es el propio autor quien ilustra su novela, es nada menos que Jorge Muñoz, Yorko, quien le da vida a esta increible "ciudad mecánica llena de estructuras interconectadas", a sus habitantes y al Sr. Inspector, que tras investigar el primer asesinato desde que fuesen creados, el de uno de sus fundadores, descubrirá la historia y el presagio catastrófico para su mundo, el mundo robótico.