Esta novela familiariza a los lectores en las costumbres, los sentimientos y el espíritu de los primeros siglos del cristianismo. Se trata de una novela histórico-biográfica en cuanto que la vida de Fabiola y su aventura espiritual, que radica en su conversión al cristianismo, se mezcla o se enmarca en el contexto histórico de la vida de los cristianos de Roma perseguidos por su fe. De aquel mundo romano en el que coexisten, confrontándose a cada paso, el pagano y el cristiano, surge la figura de esta joven que abandona sus viejas mitologías para abrazar la cruz. Ella simboliza a todo el imperio que, desde la ignorancia o desde el odio por el cristianismo, acaba rindiéndose a una doctrina y a una vida que compromete, si es preciso, hasta el martirio. Fabiola se lee desde hace un siglo por su valor histórico, la acción cautivadora, al diálogo natural, los sentimientos humanos, generosos y nobles, con que se ha granjeado el triunfo popular.