Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Uriel Mejía Vidal (Estado de México, 1990). Licenciado con mención honorífica en Literatura Dramática y Teatro por la UNAM. Es fundador de la compañía Donaukinder Teatro y fue becario de la f.L.M.. Obtuvo mención honorífica en el concurso Punto de partida 44, en la categoría de fotografía en 2013. En 2015 fue ganador del Concurso de Crítica Teatral Criticón, organizado por la revista Paso de Gato y Teatro UNAM, además de recibir mención honorífica en el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo y formar parte del libro Teatro de la Gruta XV. Ha publicado en revistas como Este País, Pliego16 y Punto en Línea.
Tras una prolongada ausencia, un hombre regresa a Zencual, el pueblo donde creció. Sin embargo, al adentrarse no encuentra nin¬guna señal de vida. Pareciera que una maldición hubiera obligado a que todos abandonaran aquellos parajes al pie de un cerro enigmá¬tico. Sólo permanece una voz que guarda la memoria de otros tiem¬pos, cuando esas tierras eran dominadas por el cocodrilo, un ser fantástico que permitía a las personas asentarse y fundar su linaje a cambio de un tributo que provocaba una herida en el tiempo.
Uriel Mejía Vidal ganador del Premio Nacional de Novela Joven José Revueltas 2017, construye una narración coral, en la que las historias personales se entretejen para crear un gran fresco. Son los mosaicos de un pueblo atrapado entre las asociaciones mágicas y el devenir de la historia, en el que los personajes se enfrentan a la violencia del deseo y la dura certeza de que toda vida se sostiene de sacrificios. Narrada mediante una profusión de imágenes, El tiempo del cocodrilo es una celebración de los sentidos y una exploración de cómo todo amor está marcado por el doloroso tránsito hacia el olvido.