Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Este volumen reune tres poemarios que, a tres bandas, constituyen una máquina que trabaja incansable para nombrar y honrar un todo donde la mujer, el lenguaje y la épica son pilares clave. Se trata de una obra frontal y osada, sin reparos en lo establecido, y en ese sentido es reivindicadora y detractora a la vez. Así, si la coma, ?ese axolote ingobernable?, era para Cortázar la puerta entreabierta del lenguaje, para Zyanya Mariana ?sabedora de que el idioma es un rompecabezas que cada quien tiene que armar? es un recurso que vale más por su síncopa: ése es precisamente el juego que domina este título.