Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Una de las grandes civilizaciones de la Am#rica prehispßnica fue la civilizaci#n andina, que se extendi# sobre buena parte de los actuales territorios de Chile, Per· y Bolivia, y alcanz# el altiplano ecuatoriano y el noroeste de Argentina.
Una caracter#stica importante de la civilizaci#n andina es la diversidad de climas y ßmbitos naturales que incluye. En la costa del Pac#fico el clima des#rtico, pero se puede cultivar en los mßrgenes de los r#os, particularmente propicias para el algod#n. En las mesetas de los Andes, la altura y el fr#o s#lo permiten dos actividades econ#micas: el cultivo de la papa y otros tub#rculos y el pastoreo de cam#lidos. Es aqu# donde comienza nuestra aventura con Maytac, el pastor andino, cuidando de sus llamas, guanacos, vicu±as y alpacas.