Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Durante los últimos veinticinco años un buen número de poetas, narradores, dramaturgos y ensayistas han enriquecido y transformado nuestra tradición literaria. Se trata de escritores originales y activos, cuyas obras -parte fundamental del panorama de las letras mexicanas- merecen ser mucho mejor leídas y conocidas. La colección La Centena, en sus vertientes de narrativa, poesía, teatro y ensayo está dedicada a recuperar esas obras significativas y a valorar a sus autores.Vicente Quirarte, en la mejor tradición del ensayo mexicano, es a la vez un agudo crítico, un preciso investigador y un inspirado cronista. Poeta, dramaturgo y narrador, hace uso de su facilidad de pluma para retratar el deambular vital por la cultura de distintos escritores a lo largo del siglo XIX hasta el advenimiento de la modernidad -en las primeras décadas del XX- en poetas como López Velarde y Tablada. Se ha ocupado lo mismo puntualmente y en extenso de Gilberto Owen pero también de tópicos literarios como el vampiro. Una de las más brillantes expresiones personales de su particular forma de ejercer la crítica son los textos reunidos quí bajo el sintomático título de El poeta en la calle.