Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El libro es una compilación de ciento treinta viñetas con un humor que además de mofarse de todo lo que rodea a esa existencia miserable, lo hace de una manera refinada y elegante: en una sola viñeta, con apenas una o dos frases (algunas ya legendarias, como «Cordero de Dios que quitas los pescados a Edmundo»). Las «dosis» del Dr. Montt --quien recibió el título nobiliario de «El rey del taco», tras su visita a México-- son precisamente eso: pequeñas porciones de un humor, al parecer inagotable, que al tomarse diariamente sin duda cambiarán la perspectiva de nuestro día y, a la larga, de nuestra vida, enseñándonos que reírnos de nosotros mismos y de nuestra cotidianidad es aún más sano que comer frutas y verduras.