El presente breviario compara dos conceptos radicalmente opuestos de la moralidad, los de Aristóteles y Spinoza, ambas las más plausibles de todas las filosofÃas morales. Examina la relación entre intuiciones morales y teorÃa moral, y las ideas contrastantes de normalidad moral y conversión moral.
Fui un niño normal -declaró Augusto Escobedo-, como todos los que no nacen con fortunas paternales hechas. Además, ni siquiera terminé la educación secundaria. Soy, tal vez, el mejor ejemplo de lo inútil que resulta ser la escuela cuando se ha nacido con vocación determinada. Practicaba el dibujo desde niño, siempre fue mi pasatiempo o mi mayor atracción. Fue hasta los 33 años, en unas vacaciones de Semana Santa, ya con un poquito de desahogo económico, cuando decidí que, en vez de irme a pasear, aprovecharía ese tiempo para pintar.