Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este libro nos (de)muestra que la evolución natural no nada más se refiere a cuestiones biológicas y físicas del mundo ni del universo. Nuestra incidencia en el curso de la vida no sólo ha afectado al ser humano sino que ha modificado aquellas estructuras orgánicas que concebíamos inescrutables. La evolución darwiniana ha sufrido un pliegue. Lo que se forjaba en el campo de la ficción, ahora es una realidad: no la invención de un cuerpo, de un organismo ajeno, sino la propia carne humana puesta en discusión. Y la filosofía contemporánea tiene la obligación de pensar ese cuerpo, nos advierten los autores de Bioética en la frontera. A través de una serie de diferentes consideraciones sobre la ética y el devenir de esta rama de la filosofía como bioética, desde la perspectiva de la legislación de la moral, la religión, la biología, del género sexual, incluso desde la situación clínica de los animales, Bioética en la frontera resulta una lectura prudente sobre la condición del cuerpo como tecnología.