El capitalismo se identifica, ciertamente, con el deseo de la ganancia, que había de lograrse con el trabajo capitalista, continuo y racional, ganancia siempre renovada, la rentabilidad. A partir de este análisis, quedan muy claras las causas que permitieron, bajo el protestantismo, a las colonias inglesas convertirse en la potencia económica que ahora representa Estados Unidos, frente al atraso significativo que el catolicismo dejó en el Imperio español y sus colonias en América.