El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El capitalismo se identifica, ciertamente, con el deseo de la ganancia, que había de lograrse con el trabajo capitalista, continuo y racional, ganancia siempre renovada, la rentabilidad. A partir de este análisis, quedan muy claras las causas que permitieron, bajo el protestantismo, a las colonias inglesas convertirse en la potencia económica que ahora representa Estados Unidos, frente al atraso significativo que el catolicismo dejó en el Imperio español y sus colonias en América.