Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Es característico de los mitos griegos y romanos no haber permanecido desde siempre estáticos, no ya en sus distintas versiones adquiridas a través del tiempo, sino en su mismo nacimiento y su inmediata transmisión; la narración del mito ha ido modificándose y reelaborándose permanentemente desde su origen. Este aspecto de la transformación mitológica en la Antigüedad es de gran interés, porque en épocas posteriores, sobre todo en el Renacimiento, variantes redescubiertas de las tradiciones antiguas excitaron la creatividad: artistas y literatos tomaban con predilección versiones infrecuentes de los mitos, las unían unas con otras y creaban a partir de ahí algo nuevo. La creatividad de la Antigüedad repercutió claramente sobre la capacidad de creación de las generaciones posteriores.
Esta obra muestra precisamente su originalidad y utilidad en el hecho de exponer el discurrir del mito griego y romano tanto en sus orígenes como en su historia posterior. Tras la exposición del mito y sus variantes, la información que ofrece sobre sus fuentes literarias y su recepción, compendiosa pero detallada, en la literatura y el arte de las edades Media y Moderna sobre todo por obra del Humanismo, del Renacimiento y del Romanticismo, ayuda a comprender la importancia, también para la época contemporánea, de la mitología como una de las fuentes de inspiración de la cultura occidental en el ámbito principalmente, aunque no exclusivamente, de las diversas artes.
En la presente edición se presta una atención especial a la recepción de la Antigüedad en la cultura española.