No hay nadie más experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 años no sólo es la mayor de cuatro hermanos, también es la compañera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante al la vez que estudia muy duro para las clases. Después de que su padre se marcharse sin ninguna explicación cuando ella tenía sólo 16 años, aprendió una gran lección: no te fíes de ningún tipo con sonrisa arrolladora y un imán natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmático y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer mágicamente mariposas en su estómago y que irremediablemente cambiará su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
Una historia de amor auténtico, un amor que no tiene fin, un amor de dos caras que sólo es el principio. La novela New Adult que marca la diferencia.
El mal no se limita a la guerra ni a las circunstancias en que las personas actúan bajo una presión extrema. Cada vez con más frecuencia, el mal se revela en la cotidiana insensibilidad hacia el sufrimiento de los demás, en la incapacidad y el rechazo a comprenderlos y en el eventual desplazamiento de la propia mirada ética. El mal y la ceguera moral acechan en la trivialidad y la banalidad de la vida cotidiana, y no solo en los casos anormales y excepcionales. La ceguera moral que define a nuestras sociedades la analizan brillantemente Zygmunt Bauman y Leonidas Donskis a partir del concepto de «adiáfora»: el acto de situar ciertos actos o categorías de los seres humanos fuera del universo de evaluaciones y obligaciones morales. La adiáfora implica una actitud de indiferencia hacia lo que acontece en el mundo; un entumecimiento moral. En una vida cuyos ritmos están dictados por guerras de audiencias e ingresos de taquilla, donde la gente está absorta ante sus aparatos tecnológicos y al pendiente de sus redes sociales; en nuestra «vida apresurada» en la cual rara vez hay tiempo para detenernos y prestar atención a temas de importancia, corremos el grave riesgo de perder la sensibilidad ante los problemas de los demás. Salvo las celebridades y las estrellas mediáticas, nadie puede esperar ser tomado en cuenta en una sociedad extenuada por la información sensacionalista y sin valor. He aquí una penetrante investigación sobre el destino de nuestra sensibilidad moral, dirigida a quienes se preocupan por los profundos cambios que silenciosamente configuran las vidas de todos en nuestro contemporáneo mundo líquido.