El fracaso educativo de México y muchos otros países, ha sido puesto en evidencia por los resultados de las evaluaciones nacionales e internacionales, lo que ha originado la revisión de los sistemas educativos, planes de estudio, profesionalización docente, y sin embargo poco se ha atendido la asociación que existe entre el bajo nivel académico y la excesiva indulgencia en cuanto a la infracción de normas de conducta. Este libro es producto de un trabajo de investigación interdisciplinario, elaborado por el Centro Panamericano de Estudios Sociales y Estadísticos de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana, cuyo propósito fue encontrar la relación que guarda el apoyo familiar con la situación académica de los escolares en México, y al mismo tiempo, la consecuencia de la atención colaborativa de la escuela y la familia en la mejoría de condiciones de salud física y mental de los niños y adolescentes. Se encontró que el estilo de educación, la cohesión familiar, los vínculos afectivos y el ejercicio de la autoridad materna y paterna son las variables que intervienen en el proceso educativo académico y en el desarrollo integral de los hijos. Los resultados también muestran que en pleno siglo XXI, cuando se pregona el individualismo a ultranza, la familia es como un gran paraguas que apoya y protege a la persona en todos los ámbitos y se convierte junto con una buena educación, en el mejor protector de los derechos humanos y del bien común.