Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En el presente trabajo Massimo Modonesi desarrolla la tesis de que es posible y necesaria una teoría marxista de la acción política a partir de la noción de antagonismo como rasgo distintivo de la lucha y la experiencia de la insubordinación en tanto factor de subjetivación política. El autor argumenta esta idea central con base en el concepto de lucha de clases a partir de la cual sustenta una propuesta teórica basada en la triada subalternidad antagonismo autonomía así como en el carácter desigual y combinado de los procesos de subjetivación política. En el centro de esta triada, el concepto de antagonismo resalta por su carácter de principio lógico y núcleo central de una teoría marxista de la acción política. Al mismo tiempo la subalternidad reaparece con frecuencia a contracorriente de la activación antagonista y de las prácticas autónomas en el reflujo hacia la condición de subordinación como ocurre en las que Antonio Gramsci llama revoluciones pasivas.