Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Las universidades y los distintos poderes municipio, iglesia, imperio o monarquías- convivieron en las épocas medieval y moderna. La fragmentación del poder en la Edad Media hizo que cada uno de estos poderes se relacionara de manera diferente con las universidades. A veces, los municipios financiaron los Estudios Generales, como en Bolonia o Valencia. En otras ocasiones, el papado concedió privilegios y cedió rentas eclesiásticas como en París o Salamanca. El imperio también concedió privilegios como en el caso de Bolonia, e intentó fundar alguna universidad imperial, pero con pocos resultados. Las universidades, gremios de estudiantes o profesores, negociaron y construyeron espacios de libertad.
En la Edad moderna las monarquías se hicieron poderosas y para administrar sus reinos construyeron burocracias con personal cada vez más preparado. Aumentaron las oportunidades de empleo y colocación para los universitarios. Creció la demanda de graduados, de estudiantes y de universidades.
En España, la monarquía se convirtió en imperio. La corona incorporó a numerosos graduados en sus consejos y audiencias. Autorizo y dio apoyo material a varias universidades. En contrapartida, los monarcas intervinieron en sus asuntos académicos e institucionales. Las antiguas libertades universitarias se vieron restringidas. Este libro da cuenta de todo ello en las universidades de Salamanca, México y Valencia, a lo largo de los siglos XVI al XVIII.
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