El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Cuando aprendemos a escribir, no sólo copiamos letras o sílabas, sino que expresamos ideas y miradas, experiencias cotidianas y modos peculiares de decir. Alfabetizarse no significa repetir palabras, sino poder decir las propias. La teoría de Freire coloca a los sujetos en condiciones de replantearse críticamente las palabras de su universo para descubrirse y conquistarse y, así, asumir lúcidamente su condición humana