La historia de México está llena de grandes momentos épicos y héroes memorables, pero desafortunadamente también de episodios vergonzosos plagados de traición, ambición desmedida y deshonor, como los que se narran en esta primera entrega de los divulgadores de la historia más populares de la televisión.
En 1847 un grupo de liberales le propuso al general estadounidense Scott quedarse a gobernar México.
Si algo define la historia de México son los fusilamientos y asesinatos a mansalva: Miguel Hidalgo fusilado, Melchor Ocampo fusilado, Francisco I. Madero asesinado, entre muchos, muchos más.
¿Moctezuma fue un cobarde al permitir a los españoles la entrada en Tenochtitlan sin oponer resistencia?
A los mexicanos nos cuesta mucho creer en las instituciones y en la ley: seis constituciones en casi doscientos años de vida independiente dan testimonio de ello
Cuando el primer editor de Aristóteles, Andrónico de Rodas, se dispuso a compilar la obra del maestro, halló una serie de escritos dispersos acerca de una filosofía primera. Los reunió en catorce libros y les dio el título de Metafísica porque los colocó literalmente tras los ocho libros de Física. Esto explica la dispersión de este libro, que no fue concebido como tal, sino como un conjunto de materiales destinados originalmente a servir como base para las lecciones de Aristóteles sobre los temas filosóficos perfectamente delimitados en cada capítulo. La Metafísica es, por lo tanto, una especie de programa de investigación sobre las primeras causas y principios del ser, el conocimiento del ser en cuanto ser, el conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la realidad. De la falta de univocidad del objeto de estudio, el ser, surgen las dos ramas de la metafísica aristotélica: la ontológica, que estudia lo que puede ser afirmado sobre cualquier cosa que existe sólo en tanto que existe y no debido a las cualidades especiales que pueda tener, y la teológica, dedicada al primer motor inmóvil, es decir, a Dios como principio y causa.