El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En las páginas en blanco de este libro nacieron líneas, figuras, sombras, texturas, colores, mundos inéditos que, en sus caprichosas formas, esconden seres que reflexionan sobre todo lo visible, sobre todo eso que los rodea y es el marco para aventuras de pensamiento creativo en todo su esplendor. Aquí todo se crea y todo está dispuesto para la producción del lector, del artista. La línea es la protagonista de Pensar el espacio. Explora las páginas y va formando figuras, se colorea, plasma paisajes, personajes y, con ellos, historias que narran las reflexiones y los goces que la creación conlleva. Este libro, el tercero de una colección que crece, es un catálogo de las posibilidades que están en la base de todo arte.