La historia de México está llena de grandes momentos épicos y héroes memorables, pero desafortunadamente también de episodios vergonzosos plagados de traición, ambición desmedida y deshonor, como los que se narran en esta primera entrega de los divulgadores de la historia más populares de la televisión. En 1847 un grupo de liberales le propuso al general estadounidense Scott quedarse a gobernar México. Si algo define la historia de México son los fusilamientos y asesinatos a mansalva: Miguel Hidalgo fusilado, Melchor Ocampo fusilado, Francisco I. Madero asesinado, entre muchos, muchos más. ¿Moctezuma fue un cobarde al permitir a los españoles la entrada en Tenochtitlan sin oponer resistencia? A los mexicanos nos cuesta mucho creer en las instituciones y en la ley: seis constituciones en casi doscientos años de vida independiente dan testimonio de ello
Serie de culto para grandes minorías, ganadora de tres Globos de Oro y nueve premios Emmy, Mad Men ha conquistado en poco tiempo a los conocedores del medio y a los espectadores más exigentes. Opera prima de uno de los creadores de Los Soprano, su éxito fulgurante contrasta con el largo recorrido de su gestación, hecho que se deja apreciar en su estilo «pausado, de lenta digestión, que se paladea como un buen whisky añejo, donde lo mejor del show no es tanto lo que muestra y lo que cuenta como lo que oculta, sugiere y deja en la recámara».
Situada a caballo entre la «era dorada» y los convulsos años sesenta, Mad Men disecciona el mundo de las agencias de publicidad de Manhattan a través de las vidas cruzadas de unos personajes en pleno proceso de «hacerse a sí mismos», desbordados por una sociedad donde la materialización del sueño americano parece más bien una pesadilla enajenante y opresiva. Las campañas de Lucky Strike y Madeinform o el cine de Grace Kelly y la literatura de John Cheever son el contrapunto perfecto para esta imagen de insatisfacción.
Con una estética cuidada hasta el más mínimo detalle y un brillante uso de la luz, la cámara alumbra a la Norteamérica de los sesenta donde referentes como el Movimiento por los Derechos Civiles, el activismo feminista o los asesinatos de J.F. Kennedy, Martin Luther King y Malcolm X sirven de excusa para retratar una sociedad marcada por los prejuicios raciales, unos rígidos arquetipos de género y unas profundas desigualdades sociales.