Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Es posible decir que La muerte de Ivan Ilich es el testamento de León Tolstoi. Una obra tan abundante, compleja y a menudo contradictoria como la suya, logró cristalizar un diamante en estas páginas. En este libro cabe toda la intensa piedad de Tolstoi, expresada en una lección de estilo que ha hecho decir a Vladimir Nabokov que La muerte de Ivan Ilich es el más grande de los grandes relatos cortos