Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
La religiosidad de Clarín le permite hablarnos del amor como una vía de redención, como la única manera de acercarnos a la Virtud, de conocer el Bien y de integrarnos a Dios. Los problemas de carácter ético que aborda no han perdido vigencia: a pesar de que han transcurrido casi cien años desde que escribió los Cuentos morales, Clarín sigue siendo nuestro interlocutor. El lector descubrirá muchas y muy variadas confesiones en estos relatos; los personajes que desfilarán ante sus ojos podrían ser los comensales de este banquete de los remordimientos en que se ha convertido el final del siglo.