Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
La obra Víctor
Toledo se erige en el país del Romanticismo. Las dos tradiciones equidistantes
que alimentan esta poesía, la lengua rusa y la lengua de los hombres nube,
mejor conocida como lengua zapoteca, se articulan en una suerte de ritmo
cardiaco cuyo núcleo es la analogía.