No hay nadie más experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 años no sólo es la mayor de cuatro hermanos, también es la compañera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante al la vez que estudia muy duro para las clases. Después de que su padre se marcharse sin ninguna explicación cuando ella tenía sólo 16 años, aprendió una gran lección: no te fíes de ningún tipo con sonrisa arrolladora y un imán natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmático y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer mágicamente mariposas en su estómago y que irremediablemente cambiará su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
Una historia de amor auténtico, un amor que no tiene fin, un amor de dos caras que sólo es el principio. La novela New Adult que marca la diferencia.
En Mi vida con la perra, Francisco Hernández explora, juega, ironiza alrededor de una de las afecciones más cotidianas y persistentes en la vida de hombres y mujeres: la depresión. El animal es el tema, el personaje omnipresente en el libro. En el primer poema Hernández escribe:''Nació conmigo pero no tiene edad./ Respira desde hace años bajo las piedras/ y cuando lo decide, se incorpora/ al curso del torrente sanguíneo./ Durante siglos se le llamó/ Melancolía o Bilis Negra./ Ahora se le bautiza con nombres de mujer,/ sus mandíbulas son más poderosas/ y ha hecho del vértigo su principal santuario.''Rafael Torres Sánchez reúne en Bastón de ciego una serie de estampas que van de los recuerdos placenteros a la melancolía. Dicen los editores: ''Al momento de ir leyendo el poemario es posible comprender el nombre que lleva, pues va tanteando -del mismo modo que los invidentes hacen con ese instrumento vital para ellos- los escollos y bordes por los que Rafael Torres Sánchez delinea su escritura".