Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Los poemas que recorren Quicio son muestra de la potencia que tiene la palabra como reconciliadora del mundo. Bajo la retórica de la introspección, el autor sumerge al lenguaje en el monólogo de la quietud, haciendo de cada poema una experiencia totalizadora. Desierto, fuego, además de la multiplicidad del tiempo el cual se logra desdoblar por el silencio, son los elementos comunes con los cuales el autor delinea su escritura. Con este libro Julio César Toledo, emprende un camino escritural signado en las ocupaciones y preocupaciones del mundo.