Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Desde el instante en el que Emiliano Zapata fuera asesinado en una traicionera emboscada, su leyenda cobró vida entre los campesinos de Morelos, convencidos de que seguía vivo en las montañas, listo para regresar a defenderlos si se hacía necesario. Como él mismo profetizara en sus últimos días de vida, la muerte consiguió hacerlo más fuerte, y su figura ha sido una fuente continua de admiración y recreacione, tanto en la historia académica como en la cultura popular.Una de las miradas de Zapata que perduraron en el tiempo fue la película ¡Viva Zapata!, dirigida por Elia Kazan a partir de un guión de John Steinbeck, con actuaciones de Marlon Brando y Anthony Quinn en el papel de los hermanos Zapata. Steinbeck estaba fascinado con el personaje y realizó numerosos viajes a México para conocer de primera mano, a partir de relatos orales, los elementos necesarios para formarse una visión más íntima. EL resultado fue un guión que capturó a la perfección el mito viviente que fue zapata. Además del guión de la película, esta edición incluye una versión dramatizada por Steinbeck de la vida de Zapata, que contribuyó a ambientar y dar mayor realismo al rodaje.